PLAZA ABASTOS
VITORIA / GASTEIZ
Una intervención cuidadosa, paciente y sobriamente moderna contribuye a la coherencia de la ciudad más que aportar una expresión personal. La arquitectura se integra en su contexto, creando desde las preexistencias un lugar nuevo y único.
XIII BIENAL ESPAÑOLA DE ARQUITECTURA Y URBANISMO 2015
SELECCIONADO
PREMIOS COAVN 2022
FINALISTA
El mayor atractivo de la intervención en el edificio de la Plaza de Abastos nace de su particular ubicación dentro de la trama urbana. Los centros históricos de las ciudades se encuentran en una situación delicada debido al cambio en los hábitos y costumbres y al traslado hacia las periferias de sus habitantes. Se trata de una intervención a favor del contexto cuyo objetivo ha sido contribuir a la coherencia de la ciudad más que a aportar una expresión personal.
En el momento de recibir el encargo, el edificio se encontraba en un estado obsoleto y decadente. La estructura del edificio se encontraba dañada y era urgente acometer su reforma, pese a seguir abierto al público. Se trataba de dotar al edificio de mayor visibilidad y hacerlo más atractivo para un público más joven, pero con la exigencia de mantener el carácter tradicional de mercado de toda la vida.
Respetando la geometría general así como la estructura y fachada de hormigón, al objeto de enfatizar en la proporción, orden, armonía, ritmo y escala, se decidió envolver el edificio existente con una caja de acero y cristal, lo que ha permitido ampliar y simplificar las circulaciones, introduciendo luz y vida en el interior.
Esta envolvente avanza más hacia el Sur, creando un espacio a doble altura que actúa de filtro y protección del exterior. Un lugar de convergencia y exposición que funciona como un ágora protegida, una extensión de la plaza exterior en el interior.
Los materiales crean un espacio noble lleno de experiencias singulares. La paleta empleada refleja la simplicidad y claridad del diseño; el hormigón preexistente se pinta de color blanco en paramentos verticales y de color negro en los techos; un único formato de cerámica uniformiza pavimentos; en las zonas a doble altura los techos se ennoblecen con madera natural sin tratamiento; los puestos comparten iluminación y rotulación; finalmente el acero y cristal de la envolvente aportan frescura y visibilidad.
La arquitectura se integra en su contexto, creando un lugar nuevo y único, dialogando con la ciudad, las diferentes estaciones y momentos del día.